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Información de interés de Arévalo
Ubicación: 41° 04′ 00″ N, 4° 43′ 00″ O
Altitud: 820 metros sobre el nivel del mar
Provincia: Ávila
Comunidad Autónoma: Castilla y León
Superficie: 80 km2
Gentilicio: Arevalense
Código postal: 05200
Castillo de Arévalo
Plaza de la Villa
Puente de Medina
Ermita de La Lugareja
Palacio de los Sedeño
Museo de Historia de Arévalo
Monumento a Isabel la Católica
Arco de Alcocer
Iglesia de Santo Domingo de Silos
Iglesia de San Juan Bautista
Iglesia de San Nicolás de Bari
Iglesia de Santa María la Mayor
Iglesia de El Salvador
Municipios que limitan con Arévalo
Arévalo, anclado en la comarca de La Moraña y acariciado por los ríos Adaja y Arevalillo, emerge como un testimonio viviente de la historia y la grandeza que ha presenciado a lo largo de los siglos. Este municipio abulense, enclavado en un entorno natural pintoresco, lleva consigo la huella de su pasado en cada rincón, desde su imponente Castillo hasta las iglesias que adornan sus plazas históricas.
El Castillo de Arévalo, un emblema del siglo XV, se alza majestuosamente como guardián de la ciudad. Sus torres imponentes y sus murallas cuentan la historia de batallas y estrategias que han moldeado el destino de Arévalo. Desde lo alto del castillo, las vistas se extienden, ofreciendo un panorama que fusiona el pasado con el presente, conectando el perfil de la ciudad con el horizonte que la rodea.
El Puente de Medina, que se remonta al siglo XIV y cruza el río Arevalillo, es una obra maestra arquitectónica que atestigua la destreza de sus constructores. Este puente no solo conecta dos orillas, sino que también conecta épocas, sirviendo como testigo silente de los siglos de actividad que han transcurrido bajo sus arcos.
La Ermita de La Lugareja, de estilo mudéjar del siglo XIII, irradia una serenidad única en su sencillez. Rodeada de un entorno apacible, esta ermita se erige como un faro espiritual que ha presenciado generaciones de devoción y ha acogido a peregrinos en busca de paz interior.
El Palacio de los Sedeño, testigo de la nobleza que marcó la historia de Arévalo, se erige en la Calle de Santa María como un vestigio arquitectónico de épocas pasadas. Este palacio, con su arquitectura imponente, es un recordatorio de la importancia de la aristocracia en la configuración del municipio.
El Museo de Historia de Arévalo es un archivo que encapsula la riqueza cultural y histórica del lugar. Este espacio, que alberga una colección diversa de artefactos y exhibiciones, permite a los visitantes sumergirse en la narrativa evolutiva de Arévalo, desde sus orígenes hasta la actualidad.
La Iglesia de Santo Domingo de Silos, en la Plaza del Arrabal, es una joya arquitectónica que destaca por su esplendor románico. Sus paredes cuentan historias sagradas y sus detalles arquitectónicos son un tributo a la destreza de los constructores de la época. La Plaza del Arrabal, donde se ubica la iglesia, es un espacio que respira historia y esencia de comunidad.
El Monumento a Isabel la Católica, una obra de bronce que adorna la Plaza del Arrabal, rinde homenaje a una de las figuras más influyentes de la historia de España. Este monumento, con su presencia imponente, simboliza el legado de la reina Isabel I y su conexión con Arévalo.
El Arco de Alcocer, la entrada principal a la muralla de Arévalo, es un vestigio arquitectónico que transporta a los visitantes a tiempos medievales. Este arco, con su estructura imponente, sirve como portal entre la modernidad y la época en que las murallas eran guardianes protectores de la ciudad.
La Iglesia de San Juan Bautista, con su estilo románico del siglo XII, es una obra maestra arquitectónica que atrae a los amantes de la historia y la arquitectura. Esta iglesia, situada en un entorno tranquilo, se convierte en un refugio espiritual que invita a la reflexión y la contemplación.
La Iglesia de San Nicolás de Bari, que data del siglo XVI, es otro testimonio del legado arquitectónico de Arévalo. Este templo, con su fachada ornamentada y su historia impresa en sus paredes, añade otra capa de complejidad al paisaje urbano.
La Iglesia de Santa María la Mayor, construida en el siglo XII, domina la Plaza de la Villa con su esplendor románico. Este templo, con su imponente presencia, sirve como faro espiritual y como testigo de los eventos que han moldeado la historia de Arévalo.
La Iglesia de El Salvador, de estilo románico del siglo XII, es un testimonio más de la riqueza arquitectónica que caracteriza a Arévalo. Esta iglesia, con su diseño atemporal, es un lugar donde el arte y la espiritualidad se entrelazan, invitando a los visitantes a explorar la conexión entre lo divino y lo terrenal.
Arévalo, con su arquitectura monumental, sus iglesias centenarias y sus puentes históricos, se revela como una joya cultural en la comarca de La Moraña. Cada rincón de este municipio abulense cuenta una historia, un capítulo en el libro que narra la evolución de la ciudad a lo largo del tiempo.
Arévalo es mucho más que un paisaje urbano; es un relato vivo que espera ser descubierto y apreciado por aquellos que buscan sumergirse en la riqueza de su pasado.
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