El municipio cántabro de Reocín, ubicado en el pintoresco valle del río Saja, se destaca por su rica historia y su diversidad de puntos de interés. La localidad principal es Puente San Miguel, que funge como la capital del municipio y ofrece una entrada encantadora a las maravillas que Reocín tiene para ofrecer.
Uno de los lugares más destacados en Reocín es la imponente Torre de Bustamante, un testimonio arquitectónico de gran relevancia histórica. Esta torre, que también alberga un palacio, se erige como un símbolo de la grandeza pasada y ofrece a los visitantes una ventana al pasado a través de sus majestuosas estructuras.
Cruzando el río Saja, el Puente de Golbardo es otra joya arquitectónica que adorna el municipio. Este puente no solo sirve como conexión vital, sino que también proporciona vistas impresionantes del río y su entorno natural. Rodeado de la exuberante vegetación que caracteriza al valle, es un lugar perfecto para disfrutar de la serenidad del entorno.
Los amantes de la espeleología encontrarán fascinante la Cueva de La Estación de Quijas, situada en un cerro calizo. Sus intrincadas formaciones rocosas y su ambiente subterráneo ofrecen una experiencia única. Asimismo, la Cueva de La Clotilde de Quijas impresiona con sus galerías, revelando la belleza oculta de la geología local.
En Puente San Miguel, la Casona de Cerrazo, convertida en Hotel Palacio, combina la elegancia histórica con el confort contemporáneo, ofreciendo a los visitantes una experiencia de alojamiento única. Los cipreses del Laberinto de Villapresente añaden un toque de encanto victoriano a la región, creando un entorno inmersivo para aquellos que buscan explorar la historia y la arquitectura local.
La Casa de Cultura de Puente San Miguel es un epicentro de actividades culturales y artísticas, brindando a la comunidad y a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la creatividad local. Por otro lado, la Casa de Juntas de los Nueve Valles, que data del siglo XVI, es un testimonio tangible de la rica historia política y administrativa de Reocín.
El Jardín Histórico de Puente San Miguel es un remanso de tranquilidad y belleza, proporcionando un escape perfecto para aquellos que buscan disfrutar de la naturaleza en un entorno cuidadosamente diseñado. A orillas del Lago de Reocín, los visitantes pueden experimentar la serenidad de este cuerpo de agua que agrega un encanto especial a la región.
La Iglesia de San Ginés, construida en el siglo XVII, es un ejemplo destacado de la arquitectura religiosa local. Su diseño impresionante y su rica historia la convierten en un punto de referencia importante en Reocín. Las ermitas del Buen Suceso, de San José y de San Pedro, todas ellas del siglo XVII, enriquecen aún más el patrimonio religioso del municipio, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de explorar la espiritualidad y la arquitectura de la época.
En las afueras de Reocín, el Palacio de Sobrecasa en Caranceja es otro ejemplo de la grandeza arquitectónica de la región, mientras que la Casona de Orbe destaca por su estilo barroco, agregando otra capa de diversidad a la riqueza arquitectónica de Reocín.
Reocín, con sus monumentos históricos, belleza natural y rica herencia arquitectónica, se erige como un destino fascinante que atrae a aquellos que buscan sumergirse en la riqueza cultural y la serenidad pintoresca de la región.