Reinosa, en la merindad de Campoo, es un enclave cántabro lleno de historia, cultura y belleza natural. En sus orillas, La Casona se alza como un Monumento Histórico, un edificio emblemático que cuenta historias de siglos pasados y domina la vista junto al río Ebro. La Plaza Juan XXIII alberga la majestuosa Iglesia de San Sebastián, un ejemplo imponente de arquitectura barroca que se erige como un hito religioso y cultural en la ciudad.
El Convento de San Francisco, del siglo XVI, y la Capilla de San Roque, del siglo XVII en estilo barroco, añaden capas de espiritualidad y arte a la ciudad, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la historia religiosa de Reinosa.
La Casa de las Princesas, en la Plaza Díaz Vicario, es un tesoro arquitectónico del siglo XV, un recordatorio tangible de la riqueza histórica y la artesanía de la región. El Parque Cupido, una plaza ajardinada, es un remanso de tranquilidad y esparcimiento en el corazón de la ciudad, con el Monumento a Casimiro Sainz rindiendo homenaje a una figura destacada en el entorno cultural de Reinosa.
El Puente de Carlos III, que cruza el río Ebro, es una estructura monumental que une dos partes de la ciudad, proporcionando una vista espectacular del río y su entorno natural. La Casa de los Mioño, también en la Plaza España, es un ejemplo más de la arquitectura histórica que se puede encontrar en Reinosa, con su estilo distintivo que evoca épocas pasadas.
El Ayuntamiento de Reinosa, también en la Plaza España, es un punto focal en la vida administrativa y social de la ciudad, siendo testigo de momentos clave en la historia local y regional.
Los Torreones de Reinosa, del siglo XV, agregan una dimensión histórica a la Plaza España, recordando el pasado defensivo de la ciudad y su importancia estratégica en la región.
La Fuente de la Aurora, del siglo XVIII, es otro punto de interés, una estructura que agrega encanto y un toque histórico a las calles de Reinosa.
El Embalse del Ebro es un hito natural que rodea la ciudad, ofreciendo oportunidades para disfrutar de la belleza natural, actividades acuáticas y paisajes serenos.
Los ríos Ebro e Izarilla fluyen majestuosamente a través de Reinosa, no solo añadiendo belleza escénica, sino también ofreciendo oportunidades para actividades al aire libre, como la pesca y el senderismo a lo largo de sus orillas.
Reinosa, con su fusión de historia, arquitectura monumental, entorno natural espectacular y su riqueza cultural, invita a los visitantes a explorar sus encantos y sumergirse en la profundidad de su legado histórico.
Reinosa se erige como un tesoro en la merindad de Campoo, uniendo la grandeza de su patrimonio histórico con la serenidad de su entorno natural. Sus monumentos arquitectónicos se entrelazan con la fluidez de los ríos Ebro e Izarilla, creando una armonía entre la historia impresa en sus calles y la belleza tranquila de sus paisajes fluviales. Esta ciudad encarna la esencia de Cantabria, invitando a los viajeros a descubrir su legado cultural y a perderse en la majestuosidad de sus rincones históricos y naturales.